El alumnado de «Santa María Ikastetxea» de Portugalete trabaja en busca de la accesibilidad total
Un centímetro arriba o abajo puede marcar la diferencia entre poder acceder a tu casa o no hacerlo. Así de contundente fue uno de los mensajes que ha mandado el alumnado del Colegio Santa María que lleva varios años trabajando en un proyecto que tiene como objetivo la accesibilidad universal. Tal y como explicaron en una emotiva y sobre todo didáctica presentación en el Aula Joven, derechos tan fundamentales como ir a trabajar, entrar a tu casa, bajar a por el pan o dar un paseo pueden ser prácticas imposibles o muy difíciles de ejecutar por personas con movilidad reducida.
El proyecto “Hiri Lagunkoiak-Ciudades Amigables”, busca potenciar la mejora en la accesibilidad para todas las personas. “Portugalete ha crecido en cuestas y nos hemos tenido que adaptar a ella. No obstante se están dando pasos para dotarla de puntos accesibles pensando en las ciudades del futuro”, comentó Mikel Torres, alcalde de la Villa.
Rampas mecánicas, ascensores públicos, nuevas edificaciones, puertas automáticas, bajada de suelos a cota cero… son actos que sin dudas ayudan a que el desplazarse de un punto de la ciudad a otro sea mucho más sencillo para todos.
Aunque no todas las calles, paseos ni vías están adaptadas a lo que debería ser una ciudad del siglo XXI. Para ello trabaja el alumnado del colegio de Santa María.
En primer lugar hicieron un mapeo de la ciudad, es decir, se pusieron físicamente a caminar por las calles, a medir la altura de los pasos de cebra con las aceras, a controlar las puertas de los edificios públicos, las pendientes de los viales o la facilidad en las plazas y paseos para después volcar los datos en una plataforma web. Con ello detectaron cuáles son las calles más accesibles para crear unos planos a los que cualquiera tenga acceso. La plataforma funciona de la siguiente manera: indicamos el punto de destino y el punto de llegada y la aplicación nos indica cuál es el camino más accesible. Para ello se tuvieron que introducir previamente los datos en la web para conocer qué calles son aptas y cuales no. Rampas demasiado empinadas, escalones o pasos estrechos son indicados con color rojo, siendo no accesibles, los tramos en los que se puede acceder son marcados en azul como accesibles y en verde los muy accesibles. Aún así queda trabajo por hacer ya que muchas de las calles todavía aparecen en negro, es decir, que no se han recogido datos todavía.
“La vida es como un puzzle, con piezas diferentes, pero se necesitan entre si. Las más importantes son las del centro para desarrollar los puzzles a su alrededor, esas piezas se llaman Ciudades Amigables”, fueron las palabras de Marian, una voluntaria que se prestó a ayudar al alumnado para comprobar el estado de las calles de la localidad.
Los protagonistas de este proyecto, que fueron los y las alumnas de 4º de la ESO y primero y segundo de Bachiller, lanzaron el mensaje de la sensibilización, de cómo veían a las personas con movilidad reducida de una manera y cómo las ven ahora. Quisieron agradecer la labor de Zerbikas por su colaboración, así como a FEKOOR, a la Universidad de Deusto y al Ayuntamiento por su colaboración en este proyecto que busca “hacer milagros” creando una cadena de acciones que posibiliten la mejora de la accesibilidad a nivel global.
(Fuente: enportugalete.com 21/12/2016)