1.-

Son tiempos muy difíciles y muchas las consecuencias provocadas por la Covid-19. Las organizaciones educativas (en el tiempo libre), que componemos ASTIALDI SAREA, parte activa del tercer sector social vasco, queremos continuar aportando en el acompañamiento, apoyo y tiempo libre educativo a la infancia, la adolescencia y la juventud. También durante este verano de 2020. Garantizando en todo momento el cumplimiento de las medidas sanitarias. En la defensa de los derechos de la infancia y la adolescencia. Flexibles, adaptándonos. Desde la iniciativa ciudadana, el voluntariado, con valores, comprometidos con las políticas sociales y educativas. Con el apoyo de las administraciones públicas vascas.

Las asociaciones que trabajamos en el tiempo libre educativo nos enfrentamos a una situación muy difícil. Al igual que a muchos sectores, la Covid-19 nos ha afectado de pleno. En estos primeros meses, nuestro trabajo se ha visto muy alterado, pero creemos que se trata de avanzar, y el verano es uno de los periodos más importante para el ocio educativo, y si todo va como esperamos, con el apoyo de las administraciones públicas, será una gran oportunidad.

2.-

Porque la Covid-19 esta generando graves consecuencias en la infancia, la adolescencia y la juventud, debido al confinamiento, al cierre de los centros escolares, y al impacto de sus consecuencias sociales y económicas. Son muchas las nuevas dificultades y riesgos. En la conciliación de la vida laboral y familiar. En el desarrollo de la infancia y la adolescencia: prevención, promoción, protección….

Cuidar de la infancia y la adolescencia es una prioridad social y comunitaria. Y la educación en el tiempo libre, educación no formal, integral, es un proceso permanente, al servicio del desarrollo de la infancia y la adolescencia y de sus cuidados. El tiempo libre, es un derecho de las niñas, los niños y los adolescentes, y el juego, su soporte principal, el instrumento para hacerse persona, con uno mismo, los amigos y amigas, el mundo. La educación en el tiempo libre es herramienta para el desarrollo personal, no para ocupar el tiempo, para los valores, el ocio saludable, la expresión, la participación, la creación… Los niños y las niñas, los y las adolescentes son ciudadanos y ciudadanas, con los derechos y deberes que les corresponden.

El ocio educativo pretende fomentar la equidad, atender a la infancia más vulnerable,…

Las necesidades creadas por la crisis del Covid-19, el confinamiento, la desescalada, la incertidumbre ante los diferentes escenarios que pueden plantearse, las consecuencias económicas,…debe enfocar el trabajo a realizar desde una perspectiva de conciliación compatible con los derechos de la infancia.

Las actividades de ocio ofrecen apoyo socioeducativo personalizado a cada persona, y sus familias, según su situación. Conversar y aprender sobre lo que han vivido y han sentido, y desarrollar capacidades para soportar, enfrentarse, adaptarse y crecer. Apoyar en sus necesidades escolares, afectivas, en lo emocional, en el uso del euskera quizás arrinconado estos meses. Intervenir en situaciones difíciles que han sufrido y sufren, también en sus hogares, de diferente tipo: frustración, ansiedad, tensiones familiares, duelo, falta de explicaciones, agobio, incertidumbre, culpa, presión,…

Son actividades para romper el aislamiento de las niñas y los niños, las chicas y los chicos, hacer posible el encuentro, la relación, la convivencia, la socialización y el intercambio entre ellas y ellos. Son diversión, juego, iniciativas lúdicas necesarias, sobre todo ahora. Con agentes educativos próximos y significativos , referentes, para escuchar, orientar, asesorar, ilusionar, incorporar a los que más lo necesitan.

Son actividades para aportar en las amenazas, oportunidades y dificultades de la sociedad digital. Ampliar el ocio de los videojuegos y de las redes, con actividades presenciales. Aumentar la motivación para conocer otros intereses y competencias (artísticos, tecnológicos, deportivos, etc.) También necesidades alimenticias. Activar la educación física y el deporte, la conexión con el entorno y la participación en la vida comunitaria. La creatividad, la alimentación y los hábitos de vida saludables, la atención a las necesidades básicas, el acceso a actividades culturales diversas y estimulantes, entrenar en competencias y valores….

3.-

Las niñas y niños, los y las adolescentes, las familias, necesitan actividades de ocio educativo este verano 2020. Y las organizaciones educativas que componemos ASTIALDI SAREA, creemos que es posible. Somos conscientes de las limitaciones, para garantizar la seguridad, proteger la salud y evitar contagios entre las personas participantes , los/as profesionales y voluntarios/as que las organizan, terceros contratados y vinculados en el ámbito de las mismas y familiares y entorno social de todos ellos.

Se trata de organizar actividades de ocio educativo que se ajusten rigurosamente a las instrucciones sanitarias y de salud pública, con la utilización de protocolos de adecuación, prevención, condiciones, medidas, recomendaciones,… Que se diseñen y organicen para asegurar plenamente seguridad y protección a la salud, adaptadas a la nueva realidad del verano 2020. Somos conscientes que no serán las de antes, pero con medidas especiales se podrán hacer muchas de ellas. Creemos que hay que promover actividades de verano porque van a ser importantes para los niños, niñas, adolescentes y sus necesidades.

4.-

Solicitamos a las administraciones vascas (Gobierno Vasco, Diputaciones y Ayuntamientos) que tomen soluciones creativas y alternativas para garantizar el derecho de la infancia al ocio, al juego y a actividades educativas, culturales y artísticas. Protegiendo a los niños y niñas cuya vulnerabilidad se incrementa aún más por las excepcionales circunstancias causadas por la pandemia. Pedimos a las administraciones públicas vascas que apoyen y faciliten las actividades de ocio educativo ajustadas a la nueva realidad, porque se trata de afrontar las desigualdades, de hacer frente a la situación de desamparo que muchas familias están sufriendo ante la crisis del Covid-19.

Las administraciones y las entidades sociales debemos trabajar en red en políticas públicas, trabajando ante esta crisis desde distintos ámbitos y converger, para poder ofertar soluciones, garantizando una salida saludable que sane heridas y ayude a los más vulnerables. No podemos hacer invisible el sufrimiento de familias, no debemos dejar que la brecha social sea mayor en un verano difícil pero no imposible, no podemos dejar que sea un verano solo para quien puede permitírselo, eso no es justicia social y el tiempo libre educativo siempre ha sido una herramienta de justicia social, es momento de dotar y potenciar estas herramientas.

Las entidades y los grupos no tenemos miedo a la acción, a trabajar por la igualdad de oportunidades, por los derechos de la infancia, la adolescencia y la juventud. Pero sí tenemos miedo a la inacción y sus consecuencias.

astialdisarea.eus | red de organizaciones para la intervención social y la educación en el tiempo libre de Euskal Herria